lunes, 31 de diciembre de 2012

Un beso de confusión

Simone programó una cita familiar con la asesora de Bill en la capacitación, no se sentía muy segura de hacerlo, pero Jörg también quería hablar con la mujer para aclararse algunas cosas acerca de su hijo y su inmadurez. La madre preparaba la comida, estaba preocupada, pero siempre su familia iba primero que ella y sus preocupaciones; Así le gustaba y no iría a cambiarlo.
Los hermanos bajaron por las escaleras; Bill aún vestía sus pijamas y el cabello alborotado, mientras Tom, estaba perfectamente listo para salir. Simone llevó los platos a la mesa, y analizando a su hijo menor, se decidió a hacerle una pregunta.
- ¿Por qué no te has metido a bañar, Bill?- el menor la miró, serio, aún enojado.
- Porque no.
- Bueno, pues lo harás después de comer.- se dio la vuelta para regresar a la cocina, pero se detuvo al escuchar a su hijo renegar.
- No.
- ¿Cómo que no, Bill?, tienes que ir a la cita con tu asesora.
- ¡No quiero ir!
- Pues tendrás que ir, no te lo he preguntado.-  Bill se quedó en silencio, mirando con enojo como su madre se iba. El padre apareció en el comedor, y tomó asiento, sin comer, pues esperaba a su mujer. Cuando la madre apareció con una jarra de agua de frutas y se sentó, fue que comenzaron a comer todos, excepto Bill, quien miraba a su madre con tanta ira, que incluso llegaba a causarle incomodidad a Simone.
- ¿Por qué no comes, Bill? ¿Es que no tienes hambre?- preguntó el padre, y Bill, apartó la mirada de su madre para ponerla sobre la de él.
- No me gusta.
- ¡Ni siquiera lo has probado, Bill!- dijo Jörg, burlándose.
- Pues no me importa, no me gusta.- y apartó la mirada de su padre, para ponerla en la comida.
- Bueno, pues tienes que comer, iremos a la cita.
- ¡Yo no voy a ir!
- Oh, claro que iras. Venga, come.
- No.- el padre levantó la mirada.
- Come.- le dijo con más firmeza. Bill tomó el tenedor y lo aventó lejos de él.
- ¡No!
- Vas a comer, Bill, aunque sea con las manos. ¡Venga, rápido que nos tenemos que ir!
- ¡¡NO!!- el padre suspiró, cansado, y miró a su hijo con completo enojo.
- Métete eso a la boca.
- Voy a tomar una ducha.
- No, vas a comer antes.- Bill miró a los ojos de su padre, temblando de rabia; apretó los dientes y tomó el trozo de carne en sus manos, embarrándose la piel con los frijoles, la ensalada y los coditos que había en el plato; después, con furia, lo aventó al suelo, pisoteándolo.
- ¡QUE NO!- la madre y Tom miraron a Jörg, algo asustados, pues cuando le tocaban las pelotas, se las tocaban enserio, y se ponía como una bestia.  El padre se levantó de su asiento y se dirigió a Bill con pasos rápidos.
- No, amor, él aún no lo entiende, déjalo.- dijo Simone, defendiendo a su hijo de la furia de su esposo; pero Jörg no hizo caso alguno sobre la pequeña y débil advertencia de su mujer; tomó a Bill del brazo y lo obligó a salir de su lugar.
- ¡Déjame!- gritó Bill, tímido; pero el padre no escucho, y a rastras, lo obligó a caminar junto a él.
- Por favor, Jörg… ¡Jörg!- la madre miró a Tom con preocupación, mientras él, miraba a su madre también, pero confundido.
- S- suéltame…- dijo Bill, subiendo las escaleras con torpeza, pues trataba de zafarse del agarre de su padre, quien lo adentró a su recámara y de Simone, y cerró la puerta. Aventó a Bill en la cama, y se deshizo de su cinturón, golpeándole, hecho una furia.
- ¿¡Te crees que la comida es para desperdiciarla?!- Bill lo miraba serio. - ¿¡eh!?, ¿Te crees que para tu madre es tan fácil hacerla para que la estés pisoteando por una rabieta de crío?- Bill se levantó de la cama, dándole un empujón a su padre para salir de la habitación, pero Jörg lo jaló de sus cabellos y lo echó de vuelta a la cama.
- ¡ME LASTIMASTE!- el padre le hizo callar con un manotazo en la boca.
- ¡No grites, no te comportes como un crío!
- ¡Cállate, déjame en paz!- le regaló un par de golpes en su espalda con el cinturón, a lo que Bill respondió con quejidos adoloridos.
- ¡No puedes comportarte de esa forma!, ¡ya no eres un niño, Bill!
- ¡Tú no eres mi papá, ni siquiera te conozco, NO PUEDES PEGARME!- se levantó de la cama, enfadado y algo adolorido, empujando nuevamente a su padre para salir de ahí; esta vez Jörg le tomó los brazos y lo miró fijamente. -¡Déjame!
- Te vas a dar una ducha, y vas a venir con nosotros.- le dijo con firmeza, pero Bill negó.
- Yo no voy a ningún lado, ¡y menos con ustedes!- el padre, enfadado, le soltó un manotazo en la mejilla, uno que hizo a Bill sollozar cuando se erguió y miró a los ojos de su padre. Salió por la puerta y se dirigió a su habitación, cerrándole sin poner  el pestillo.

La madre subía las escaleras, preocupada, incluso un poco enojada con su esposo, por no haberla escuchado, y también, por maltratar a su hijo, cuando él perfectamente sabía que no estaba en buen estado para ser tratado mal por una persona que ni siquiera recordaba. Jörg la miró, serio, mientras se abrochaba el cinturón y caminaba hacia ella.
- ¿Nos vamos?- Ella se quedó en silencio, y negó.
- No tuviste que haberle golpeado.
- ¿¡Y entonces cómo iba a entender, Simone!? Siempre se comporta así, y tú le solapas todo.
- Quizá lo hago porque no me gustaría verle mal.
- ¿Y crees que a mí me gusta verlo así, simone?
- Pues no demuestras lo contrario.
- Ha tirado la comida al suelo y no le has dicho nada. ¡Te gritada y hasta golpeado! ¿Cuándo te vas a dar cuenta?
- No me tengo que dar cuenta de nada, yo sé que lo ha hecho, pero no sabemos el porqué de sus acciones, Jörg.
- ¿Y mientras las sepamos qué?, yo no voy a permitir que se comporte de esa forma.
- ¡Pero no es su culpa!
- No, y tampoco tuya.- guardó silencio, preocupada. -¿A qué hora nos iremos?
- Ahora mismo, sólo tomo mi bolso.- el hombre asintió y bajó las escaleras, encontrándose a su hijo mayor haciendo ademán de subir.
- Ya no subas, Tom, ahora nos vamos.
- Papá ¿puedo quedarme aquí?- el padre lo miró serio.
- ¿Para qué?
- Sólo quiero quedarme, en mi recámara.
- Bueno, entonces quédate.- Tom asintió y subió rápidamente a su recámara.


Ahora los padres se habían ido, y los hermanos se quedaron solos en la casa. Tom salió de su habitación y camino hacia la de su hermano menor, en silencio, queriéndole causar una sorpresa. Abrió la puerta, y se asombró al ver que no tenía puesto el pestillo, pues Bill –o al menos el Bill de antes- nunca se olvidaba del pestillo cuando estaba molesto. Lo miró, que estaba recostado en la cama, hecho bolita, sin llorar más.
- ¿Bill?- se acercó a su hermano, lentamente. -¿Estás dormido?- creyó que no escucharía una respuesta, pero al final, sí lo hizo.
- No.- y Tom tomó asiento en la cama, a su lado.
- Papá y mamá se han ido, ¿quieres salir conmigo?
- No, gracias…
- Vamos, saldremos con (tu nombre) y Georg.
- No quiero salir más con tus amigos, Tom… no me los banco.
- Oh, claro que sí, me dijiste que molaban.
- Pues cambié de opinión.
- Venga, que será divertido.- Bill se sentó, mirando a su hermano con lentitud.
- ¿Por qué yo soy William, Tom?, ya no quiero vivir aquí…
- Para eso era la cita a la que no quisiste asistir.
- Mi papá me pegó.
- Ya lo sé, pero así se pone siempre que se enoja o lo hacen enojar.
- ¿Se enojó porque no quise comer, Tom? ¿O por qué no quise ir a la cita?
- Supongo que por las dos cosas, pero ya no te preocupes más por eso. Mejor dime, ¿sí vienes conmigo?
- Mhh, no sé…
- Vamos, ¿sí?, quiero salir contigo.
- ¿Me quieres, Tom?- él frunció el entrecejo, con confusión.
- Pues sí… sí te quiero.
- ¿Enserio?
- Ajaam.
- ¿Mucho mucho?- Tom sonrió.
- Sí, demasiado, ¿por qué preguntas eso?- Bill negó.
- No lo sé.- sonrió con ternura y después miró a su hermano, que movía su perforación con su lengua. -¿Qué es eso?
- ¿Qué es qué?
- Esa cosita.- se arrastró hasta llegar a su hermano, y casi sobre él, tocó su perforación. –Esto.
- Emm, es una perforación.- Bill pasó su índice por el labio inferior de Tom y se lo tomó con delicadeza, para mirar por adentro. -¿Qué te pasa, Bill… eh?
- ¿No te duele?
- Ya no…
- ¿Tienes novia?
- No.
- ¿Nunca has tenido?
- Bueno… sí, ¿por qué?
- ¿La besabas?
- Bill, ¿te sientes… te sientes bien?- Tom estaba nervioso por la cercanía de su hermano, pero Bill ni siquiera tomaba mucho en cuenta el hecho de que estuvieran tan cerca. – Sí.- respondió a su pregunta.
- ¿Sí?, ¿y le dolía con tu cosita esa?
- No lo creo.
- ¿Cómo se siente besar, Tom?- Bill se alejó de su hermano y lo miró a los ojos.
- No lo sé, Bill, todos sienten distinto.
- ¿Cómo sentiste tú?
- Pues, no lo sé, Bill… normal, supongo.- el menor se acercó a su hermano y cerró los ojos; Tom se quedó petrificado, sabía lo que su hermano iba a hacerle. Bill entreabrió sus labios y los cerró sobre los de su hermano, volviéndolos a abrir al tiro; cuando Tom sintió su lengua, abrió los labios por instinto, pero al ser consciente de lo que había hecho, empujó a su hermano con una fuerza que no había medido, y el menor cayó de la cama, confundido. -¡¿QUÉ MIERDA HACES?!
- Te estaba besando… ¿está mal?
- ¡¿Que si está mal?!- Tom negó, molesto. -¿Pero tú estás loco o qué?
- En la televisión los hombres se besan, Tom.- se tomó la cara con furia.
- ¡Pero tú y yo somos hermanos, coño!, ¡No puedes besar a tu hermano así como si nada! ¡¿Qué te pasa!?- Bill se levantó del suelo y se acercó a Tom.
- No somos hermanos.
- Sí somos, Bill, y si no me recuerdas es porque estás enfermo, ¡pero somos hermanos!
- ¡No es cierto! ¡No estoy enfermo!
- Sí, si estás.- caminó a la puerta, y antes de salir lo miró. -¡No quiero que vuelvas a acercarte a mí de esa forma, incestuoso de mierda!- salió de la habitación, y Bill cerró la puerta al tiro, echándole el pestillo. No lloró; no solía hacerlo muy seguido, pero se quedó completamente confundido, ni siquiera alcanzaba a distinguir qué era lo que había hecho mal.
Se echó en la alfombra, tomando sus labios, limpiándolos de todo rastro de Tom, enojado; Encogió sus rodillas hasta su pecho y las abrazó con algo de miedo, negando para él mismo, escuchando voces fuera de su habitación que no alcanzaba a reconocer del todo, hasta que escuchó la de Tom.
- Él no va a venir con nosotros, tiene que quedarse para esperar a nuestros padres.- por el tono de su voz, Bill se dio cuenta de que aún seguía enfadado, y se cubrió los oídos, no parecía agradarle mucho que se enojaran con él por algo que creía estaba bien, era como borrarle toda consciencia de lo que él llamaba >>valores<<.
- No estoy enfermo, no estoy enfermo, no estoy enfermo.- apretó los ojos, respirando agitado; los sonidos a su alrededor se hicieron lejanos y con eco.


Toc-toc-toc
Bill abrió los ojos, aturdido, cuando se dio cuenta de que se había quedado dormido en el suelo; miró a la puerta y se levantó para abrirla. Ahí afuera estaban sus padres, mirándolo con seriedad; Bill imaginó que le hablarían acerca del beso que le había dado a su hermano, aunque, si tenía suerte, no lo harían y lo llamarían para la cena.
- Tenemos que hablar contigo, Bill.- dijo Simone, con seriedad.
- ¿De qué?
- Bueno, ¿por qué no te sientas primero?- Bill obedeció y se sentó en la cama, seguido de sus padres quienes se sentaron a los pies de la misma. –Hablamos con tu asesora.
- Uff…- los padres miraron a Bill con confusión, pero no hicieron pregunta alguna.
- Verás, tienes amnesia permanente.
- (Tu nombre) ya me dijo qué era Amnesia.
- ¿Enserio?
- Ajám.- sonrió.
- Bueno, pero nos dijeron que el golpe que te diste lastimó también una parte más de tu cerebro. La maduración cerebral.- Bill arrugó las cejas, sin comprender.
- ¿Y eso qué?
- Bill, tú no eres muy consciente de lo que haces, y tampoco de las personas que conoces o conociste. Nosotros somos tus padres y Tom tu hermano.
- ¿Pero por qué?
-  Pues…
- ¿Por qué no me acuerdo de ustedes?
- Bill, es por la amnesia.
- ¿Enserio son mis papás?- ellos asintieron. –Mhh… ¿y les tengo que llamar >>papás<< o les digo por su nombre?- ellos sonrieron ante la comprensión de su hijo.
- Como te plazca.- el menor asintió.
- ¿Y a Tom?
- Eso se lo preguntarás a él.- se quedaron en silencio, y después se miraron. –Bill, ¿estás bien?
- Sí.- pero no lo estaba, pues tenía a su hermano en la cabeza, tenía miedo de que Tom no pudiera comprender que había sido algo así como un accidente, tenía miedo de que se lo dijera a sus amigos o a (tu nombre), pero sobre todo, a sus padres.




4 comentarios:

  1. ohhhhhhhh dios casi mori x.x
    Bill beso a Tom? Oh dios
    me encanto :D
    sube pronto. . .

    Cuidate y un enorme abrazo :D

    por cierto feliz año nuevo :3

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  2. hallo al fin te encontre es que blogger eliminó mi blog (no sé porque) y perdí todo :( y tuve que hacer todo de vuelta pero ya estoy aquí n_n
    me encanta tu nueva fic
    sigue así
    bye cte
    ¡feliz año!

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  3. Aww... Lo siento, no había podido comentar :c pero ahora que puedo hacerlo te dire que me encanta tu Fic! Esta tan genial y Wow!
    Bill beso a Tom! :O Me encanta el toque que le das a la Fic eres única!
    Cuidate mucho mucho... Y espero poder comentar en el próximo... :)

    Sube pronto! Un gran abrazo bye!

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  4. Oh rayos! X_x olvide algo... Feliz Año! :) (soy muy olvidadiza) cuidate mucho... Ahora si bye! :D

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